5 consejos para que tu empresa sea socialmente activa.

El publicista Toni Segarra aseguró en una entrevista que las personas tenemos más poder como consumidores que como votantes. No podemos negar esta afirmación. El poder del consumo se ha vuelto más consciente en los últimos años. Las personas reconocen empresas que no cumplen con lo que cada sistema de valores considera ético o responsable y actúa en base a ello.

Hemos conocido boicots por procedencia de productos, por condiciones laborales de las empresas, por el uso de plásticos y por sus elecciones tributarias. La conciencia social nos hace intentar consumir con menos impacto medioambiental, fomentar el comercio local y promover la reutilización.

Estas son elecciones muy válidas en torno a la economía sostenible que han obligado a marcas y empresas a reinventarse e incluir en su sistema de valores aspectos relacionados con la ecología y la conciencia social que antes no tenían en cuenta. Una de nuestras empresas colaboradoras, Harca Marketing Sostenible, trabaja para ayudar a las empresas a ser más responsables y con su permiso, queremos redactar qué consideramos imprescindible para que una empresa sea socialmente activa.

1. Respeta los derechos laborales.

Este consejo puede parecer muy obvio pero no lo es. La maximización del rendimiento económico empresarial no puede estar basada en la negación de los derechos de las personas trabajadoras. Altas no reales en el régimen de trabajo autónomo, no respeto del descanso entre jornadas o dentro de esta, la negación del pago del salario mínimo. Lamentamos que estas situaciones sigan siendo el proceder de algunas empresas y, cuando comprobamos que esto ocurre, no podemos considerarla como socialmente activa.

2. No es determinante el apartado de datos personales en sus proceso de selección.

Diferentes estudios han comprobado el efecto de la edad, el domicilio, el sexo o la raza en los procesos de selección de algunas empresas. En este caso, cualquier persona que no sea varón joven, de raza blanca, residente en zonas de renta media o media-alta, cuenta con menos oportunidades en un proceso de selección.

Existen diferentes estereotipos y prejuicios que sostienen las creencias que llevan a que los datos personales afecten en el proceso de selección. Ninguno de ellos es lo suficientemente sólido. La mejor manera de luchar contra la discriminación es hacerlo desde el puesto privilegiado que cada uno de nosotros y nosotras ocupemos. Cuentas con un lugar muy privilegiado si tienes la posibilidad de elegir a alguien para un empleo. Revisa los prejuicios que han desencadenado sus datos personales y desactívalos.

3.  Es activa en iniciativas sociales de su entorno.

Las organizaciones que trabajamos para el fomento de las capacidades de las personas que cuentan con menos oportunidades, en ocasiones, recurrimos a la ayuda de las empresas locales para cumplir nuestros objetivos. La apertura social de las empresas locales es imprescindible. Es erróneo dejar esta responsabilidad a grandes empresas con amplias plantillas. Desde el lugar que ocupemos podemos colaborar en la transformación que queremos ver en la sociedad.

«Ya colaboré una vez y no salió bien», «Ayudo a entidades de otro tipo en algo parecido», son algunos de los argumentos que las organizaciones nos encontramos cuando proponemos colaboraciones.

La satisfacción derivada de la colaboración, la apertura social y la aportación a mejorar la justicia social son beneficios personales y empresariales reconocidos cuando se colabora con iniciativas locales.

4. Apuesta por el desarrollo personal y formativo de su plantilla.

Cuando los liderazgos se transforman en democráticos y sociales se aumenta la satisfacción de las personas que trabajan en las empresas. Medidas que fomenten la conciliación, apoyo en los propósitos vitales, soporte formativo para el mejor desarrollo del trabajo. Concebir a trabajadores y trabajadoras más allá de recursos humanos es la clave para la satisfacción laboral.

5. Toma medidas de sostenibilidad medioambiental.

La gestión adecuada de residuos, la reducción en el uso de plásticos, el fomento del Reducir/Reutilizar/Reciclar. «No tenemos un planeta B» y ser conscientes de nuestra huella ambiental nos obliga a trabajar para reducirla.

Cada vez son más las personas que deciden enfocar su consumo hacia productos que utilizan ingredientes naturales, envases sostenibles, no testan en animales y son veganos. Con las nuevas generaciones este nicho irá aumentando y , no tenerlo en cuenta, dejará atrás su iniciativa empresarial.

 

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