Una experiencia de éxito

– Hola, soy Estefanía Rodríguez, responsable de Motiva, un programa de formación que llevamos a cabo en Badajoz, y me gustaría hablar con la persona responsable de la empresa para proponerle una colaboración.

Así empiezan todas las conversaciones que emprendo en las últimas semanas. Lo primero es preguntar a las personas participantes qué quieren hacer, dónde se quieren ver, en qué ámbito ven su mejor versión. Después busco empresas que trabajen en eso que me han dicho, primero envío un mail y les digo “¡Hola! Somos Motiva y nos gustas mucho”, pero casi siempre tengo que llamar y contar la historia de viva voz, es la manera más eficaz.

Tras tres meses de formación y trabajo en el Centro Social, después de haber defendido la actividad de aprendizaje-servicio, sin duda, soy yo la que estoy más cansada, será la edad. Sus mentes jóvenes están deseando empezar en las empresas, aprovecharlo, equivocarse, venir a pedirme ayuda, aprender y tener un sueldo. Carnet de conducir, aparatos dentales, obras en casa, no paro de escuchar planes sobre lo que van a hacer con su sueldo antes de saber cuánto van a cobrar.

Una tarde, hace pocos días, cuando estaba haciendo esas llamadas, vinieron un grupo de tres niñas de segundo de la eso junto con un profesor y una profesora para hacer una página web al Centro Social Gurugú. Me preguntaron qué era Motiva y la profe quiso concretar:

– ¿Y tú cómo haces para motivarte también?

– Intento fijarme en las cosas que consigo cada día más que esperar grandes logros, todos los días hay una parte del trabajo que ha merecido la pena.

Bien, pues hoy ha sido día de grandes logros.

 

La primera entrevista de Motiva.

Ha venido a visitarme a mi despacho la primera entrevista que hice de las candidaturas para el Programa Motiva. Desde ese día ha pasado mucho tiempo y hoy sentía que hablaba más con un amigo que con un chico al que he tutorizado:

– ¡La semana que viene hago veinte!

-¡Es que ya eres muy mayor!

Él ya había cambiado cuando vino a esa entrevista, en la que me contó el adolescente que había sido como si hablara de un lugar donde no quería volver, y fue la persona más franca, mi único primer encuentro de Motiva en el que se ha llorado. Hoy ha venido a prepararse para un viaje que le lleva a su futuro, a buscárselo, a salir del barrio, y como los hijos que ser van de casa ha venido a mi despacho cuando ha necesitado algo de mí. Yo no puedo hacer un currículum que pueda mostrar tanto talento.

Dice que sí, que estaba cambiando, pero que necesitaba algo, que le hacía falta una muleta, no sabe explicármelo, solo sabemos que no ha dejado de trabajar desde que entró en esa primera entrevista en la inauguró el Programa, media hora antes porque había apuntado mal la cita, y que ahora quiere algo más, quiere disfrutar de crecer porque sabe que puede hacerlo.

El objetivo de nuestro programa es ayudar a que los chicos y chicas que están en él tengan una experiencia de éxito.

Y justo después de decir esto pienso que la experiencia de éxito es mía, es de la gente que colabora en Avanzando, es de los barrios, es de la ciudad y es de la sociedad, porque todo es mucho más complicado que “dejan de estudiar porque les da la gana”, solo hace falta que lo veamos.

Trabajaremos por seguir creciendo.

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